Éfeso, un tesoro arqueológico en la costa turca

Autor:

Mariana Otero

Categoría:

Fue fundada por los griegos pero alcanzó su esplendor en la época romana. Hoy es un yacimiento arqueológico monumental y Patrimonio de la Humanidad a 550 km de Estambul, en Turquía. Se destaca la biblioteca de Celso.

Éfeso es una maravilla: la Biblioteca de Celso, el Templo de Adriano, las termas y baños públicos con un sistema de agua corriente y calefacción impresionantes para la antigüedad…

Esta ciudad -hoy sitio arqueológico monumental, imprescindible en una visita a Turquía- se encuentra a unos 550 km de Estambul y a 80 km de la vibrante Esmirna.

El yacimiento es Patrimonio de la Humanidad y una de las ciudades de la antigüedad mejor conservadas en Asia Menor.

Fue fundada por los griegos, alcanzó su máximo esplendor durante la ocupación romana y en la actualidad, se conservan grandes edificios y monumentos realmente sorprendentes.

Todo el recinto arqueológico es grandioso, pero los lugares más destacados son el Templo de Artemisa (aunque queda un poco vestigios), que está considerado una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo y, como decíamos, la Biblioteca de Celso, uno de los monumentos más impresionantes del yacimiento.

Visitamos esta antigua ciudad portuaria, que llegó a ser una de las más importantes de la antigüedad (con unos 200,000 habitantes), en nuestro recorrido por Turquía en 2022. Hay que dedicarle entre tres y cuatro horas con un guía.

Termas y baños

Las termas del ágora del Estado y los baños públicos merecen especial atención. Los baños eran realmente “públicos”: una especie de “inodoros” distribuídos uno al lado del otro en un espacio con forma de herradura. Allí se congregaba la gente a discutir sobre política o filosofía.

Las termas eran muy avanzadas ya que disponían de un sistema de calefacción por el suelo y una cisterna.

Más allá, las termas de Vario que tenían dos entradas, una por la vía de los curetes y otra por la calle de las termas. El edificio se compone de un vestuario, una sala de agua fría, una de agua templada, una de agua caliente y un baño de vapor. También contaba con un sistema de calefacción por el piso.
Nos sorprendió conocer el extraordinario sistema de canalización y distribución del agua dulce  que era conducida hasta la ciudad a través de acueductos para ser almacenada y llevada por medio de un sistema de tuberías de arcilla hasta las viviendas.

En el ágora del Estado se celebraban reuniones políticas y ceremonias religiosas. Estaba rodeado de edificios para la administración pública y en el centro se levantaba un templo dedicado al emperador Cesar Augusto.
Continuando con el recorrido, nos encontramos con el Odeón, que durante el dominio griego se utilizaba como un Consejo que trataba los asuntos públicos. Luego, en la era romana, pasó a ser una especie de sala de conciertos con capacidad para 1.800 personas, cubierta con un techo. En los muros aún se pueden ver capiteles con la imagen de un toro.
Al pasar por el Pritaneo, una especie de ayuntamiento, nuestro guía nos contó que en ese lugar se reunían para tratar las cuestiones políticas de la ciudad. Ardía el fuego sagrado.

En aquel tiempo se encontraba allí la estatua de la diosa Artemisa (la deidad más importante), que hoy se puede ver en el museo de Selcuk, muy cerca del yacimiento. Artemisa era la bella hija de Zeus, considerada la fundadora, salvadora y “diosa madre” de la naturaleza.

Siguiendo por el Barrio Sagrado, con las calles más bonitas de la antigua ciudad, se llega a los templos en honor a los emperadores, plazas y fuentes. La fuente de Hidreión es una de las más destacadas, con tres pilas de agua independientes donde la gente podía refrescarse al pasar. Fue construida en tiempos del emperador Cesar Augusto.

Otra de las fuentes espectaculares está dedicada al emperador Trajano, con una gran estatua con una esfera a sus pies que simboliza el globo terráqueo y el poder del emperador sobre la tierra.

Continuamos caminando y llegamos a la puerta de Heracles por la que se accede a la vía de los curetes. Esta puerta era muy importante porque separaba simbólicamente los edificios religiosos y administrativos en la zona alta de la ciudad, de los edificios públicos en la zona baja. Hoy se conservan las columnas del muro exterior de la puerta, en la que se ve la figura en relieve de Heracles envuelto en una piel de león.

El templo de Adriano

Uno de los monumentos más impresionantes de Éfeso es el Templo de Adriano, en el que observamos relieves de Tique, la diosa de la Fortuna. En el interior vemos la figura de Medusa. Todo lo que se ve es una réplica; las originales se encuentran en el museo de Éfeso.

Siguiendo el camino nos encontramos con los restos de algunas de las casas de la antigua ciudad con sus mosaicos en el suelo y frescos en las paredes.

Entre las casas de la ladera y la Biblioteca de Celso (ya llegaremos a maravillarnos con ella) está la puerta de Adriano, también conocida como la puerta de Triodo, que se comenzó a construir en la época de Trajano, pero en el año 262 fue destruida por un terremoto. Fue reconstruida posteriormente.



La Biblioteca de Celso

La Biblioteca de Celso es el edificio más impactante de Éfeso y la tercera biblioteca más grande del mundo antiguo, por detrás de Alejandría y Pérgamo. Fue construida en el año 100 a.C en honor al gobernador romano Tiberio Julio César por el hijo de Celso.

Según nos contaron, era un repositorio de más de 12.000 rollos manuscritos y uno de los edificios más impresionantes del Imperio romano. Allí está la tumba monumental de Celso, en un sarcófago de mármol decorado. Hoy sólo se conserva la impresionante fachada de la biblioteca y es un testigo silencioso de la importancia que los romanos le daban al aprendizaje y a la erudición.

Al lado de la biblioteca hay una puerta semejante a un arco de triunfo romano que conduce al ágora del comercio, el corazón de la ciudad donde no sólo se concentraban los mercaderes sino el pueblo para competencias deportivas o festejos. Cuentan que la puerta fue construida por esclavos del emperador Cesar Augusto como agradecimiento a su puesta en libertad.

La vía Arcadiana era la calle más majestuosa de la ciudad donde se realizaban ceremonias religiosas y se utilizaba para recepciones oficiales. Por allí también trasportaba las mercancías hacia el puerto.

A ambos lados de la vía hay una fila de columnas de mármol, donde se alineaban las tiendas. En esta calle también se encontraban las termas del puerto (los baños más grandes de la ciudad) y el gimnasio.
El teatro tenía capacidad para unos 25.000 espectadores. Allí se realizaban espectáculos y competiciones artísticas y reuniones religiosas y políticas.

Templo de Artemisa

El templo levantado en honor a Artemisa fue legendario por sus grandiosas dimensiones contaba con 127 columnas y fue descripto como el monumento más colosal de la antigüedad. Hoy quedan muy escasos materiales de ese sitio que fue descripto por los poetas como “el templo que supera a todas las construcciones humanas”.

¿Querés leer más artículos?

Artículos Relacionados

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí