Enclavado en la traza original de esa ruta que unió postas, pueblos y destinos entre el Alto Perú y el Virreinato del Río de la Plata y en el corazón de Totoral, el hotel es un portal a más de 400 años de historia, cultura y serenidad.
En el corazón de Totoral, Córdoba, donde las huellas del antiguo Camino Real al Alto Perú aún parecen vibrar entre polvo y memoria, se alza el Camino Real Plaza Hotel. No es solo un alojamiento: es un portal a más de 400 años de historia, cultura y serenidad. Un espacio donde el turismo slow y el bienestar se funden con la autenticidad de un pueblo que conserva intacta su esencia colonial.
Enclavado en la traza original de esa ruta que unió postas, pueblos y destinos entre el Alto Perú y el Virreinato del Río de la Plata, el hotel es parte viva de un pasado que se niega a desaparecer. A pocos pasos, la Iglesia Nuestra Señora del Rosario se erige como testimonio silencioso de un legado que perdura.
Cada piedra, cada recorrido, ha sido recuperado con esmero a través de un minucioso trabajo de reconstrucción histórica, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de caminar por uno de los corredores culturales y sociales más relevantes de la Argentina colonial.
El Camino Real Plaza Hotel se propone como el escenario ideal para un Reseteo Digital en familia. Lejos del ruido urbano, entre cielos amplios y paisajes que invitan a la quietud, es posible:
- Compartir días de campo con servicio all inclusive, donde la gastronomía se vive como un ritual.
- Disfrutar de jornadas rodeados de naturaleza, tradición y espacios que fomentan el encuentro con nuestros seres queridos.
- Revivir costumbres a través de milongas, peñas, ferias y exposiciones que convierten al hotel en un activo epicentro cultural.
Pero lo que realmente hace único a este lugar es su equipo de personas, cuyo trato cálido y atento hace que cada huésped se sienta como en casa desde el primer momento.
Más allá de la rica historia, el hotel ofrece un parque interminable que se convierte en un escenario mágico de conexión con la naturaleza. Aquí, los huéspedes pueden:
Alimentar y observar a las ovejas, caballos, conejos y gallinas que recorren libremente los pastizales.
Disfrutar de picnics familiares rodeados de naturaleza viva.
Fotografiar los momentos espontáneos que regala la convivencia con los animales.
Es el lugar perfecto para que descubrir el ciclo de la vida en un entorno natural único.
Concebido para un viajero exigente que valora los buenos momentos, el hotel ofrece:
- Menús con raíces locales y propuestas que rinden tributo a la región.
- Espacios comunes y privados diseñados para el descanso y la contemplación.
- Actividades culturales y recreativas que enriquecen la estadía sin saturarla.
Más que un hotel, el Camino Real Plaza es un lugar de encuentro con nuestras raíces. Un sitio donde la historia no se lee… se siente. Donde cada rincón guarda relatos de intercambios culturales, económicos y sociales que marcaron el rumbo de una nación.
Hoy, ese mismo camino que fue testigo de tantos pasos decisivos, se convierte en el escenario perfecto para detener el tiempo, reconectar con los nuestros y recordar lo que realmente importa.
