El barrio de San Telmo es un clásico de Buenos Aires. Es uno de los más antiguos de la ciudad y su historia se respira en sus calles empedradas y construcciones, en los mercaditos de antigüedades y en el sentir tanguero que acompaña todo el recorrido.
Sus galerías de arte, bares, murales y el imán de su mercado de pulgas definen a este barrio porteño, cuna de familias patricias, aristocráticas, que 1871 abandonaron sus residencias por la amenaza de la fiebre amarilla. Entonces, muchas casonas fueron ocupadas por inmigrantes que las convirtieron en conventillos..
En la esquina de Bolívar y Carlos Calvo se encuentra el Mercado de San Telmo. Es uno de los más antiguos de Buenos Aires; su edificio fue inaugurado en 1897 con el fin de abastecer de víveres a los inmigrantes que se acomodaban en el barrio. Está construido en hierro con techos de chapa y vidrio. Fue declarado patrimonio histórico nacional en el año 2000.
Mantiene su estructura original pero se ha modernizado. Es posible encontrar una gran variedad de puestos clásicos de verduras carnes y panaderías y, también, restaurantes cafeterías artesanías y antigüedades. También, negocios que ofrecen postales de Argentina con Messi y la tercera Copa.
Abierto: de lunes a viernes de 10 a 21. Sábados de 10 a 22 y domingos de 10 a 20.
Aquí van algunos lugares imperdibles de San Telmo.
El Viejo Almacen, Bar Sur, la Casa Mínima (la más angosta de la Ciudad, mide sólo 2.30m de frente), Plaza Dorrego (la segunda más antigua de la ciudad), el Mercado de Pulgas (funciona en la plaza y se extiende por la calle Defensa), Museo de Arte Moderno, Museo Histórico Nacional (se exhibe el sable de San Martín, entre tantas cosas interesantes), Parque Lezama.