Choele Choel

Autor:

María Teresa Andruetto

Categoría:

Por María Teresa Andruetto

Voy a un profesorado en Choele Choel. Choele Choel es una isla que está dentro de Río Negro y ahí hay varias poblaciones, la misma Choele Choel, Beltrán, Lamarque.

Primera vez que voy, es el lugar donde nació Rodolfo Walsh. En un campo en Lamarque, que ahora pertenece a Expofrut y donde su padre trabajaba. Choele Choel, que significa “corazón de palo”. El pago chico de este escritor enorme.

FOTOGRAFÍAS. IG: @MODOVIAJE.OK

Entonces desde que salí de casa, un martes hasta que regresé, el domingo, me encontré con varios relatos. Una mujer me contó su búsqueda por años hasta dar con el hijo que su marido había tenido a los 15 años. Luego la gente que me llevaba del aeropuerto de Neuquén a la isla me conto acerca de un caso que acababa de resolverse, 7 policías condenados por el asesinato de un trabajador golondrina, salteño, que estaba en la zona de Beltrán, que desapareció de una disco.

Lo que más me impactó fue que me contaron que el padre de ese trabajador se fue del pueblito de Salta donde estaba hasta ese lugar y ahí vivió en la casa parroquial 7 años reclamando “quiero los huesos de mi chango”. Luego en una escuela a la que fui, una narradora de Maquinchao (un pueblo que está en la línea sur de Río Negro, una línea que va desde Bariloche hasta Las Grutas, con los pueblos más relegados de la meseta, la mayoría de población tehuelche-mapuche) cuenta la historia de una niña (probablemente ella misma) que vive con su abuelo, sin los padres y que un día aparece el padre, cuando ella tiene ya unos años, aparece con una campera y una gorra que dice USA y -dice-  como la gorra decía USA  ella la usaba todo el tiempo y no la quería dejar, hasta que el abuelo le dice: usted para ser, tendrá que irse de acá. 

Así de un lugar a otro, de una historia a otra, han ido pasando esos días. En ese dejarme tocar en la escucha de algunos dolores que pasa la gente.

Después los alumnos, preguntan, ¿de dónde salen sus historias? De la vida, claro. Tan de la vida que cuando me acompañaron a la terminal de Choele Choel para subirme a un ómnibus e ir al Alto Valle a ver a mis sobrinas, estaba conversando yo con la profesora que me llevó, conversando seguramente de libros, de palabras y de pronto un señor que estaba sentado ahí, bastante desgreñado, nos contó que va por los pueblos de la meseta arreglando máquinas para trabajar en el campo, se presentó como un inmigrante judío ruso, dijo llamarse Rubén Darío Polac y que, pese a no haber ido a la escuela, así dijo, escribía. Escribe desde siempre.

Modo viaje

Nos quedamos conversando los tres hasta que el chofer llamó a los pasajeros. Subí al ómnibus, me senté junto a la ventanilla y ellos siguieron hablando ya olvidados de mi, tan entusiasmado él contándole su historia a la profesora. Tanto que cuando el ómnibus arrancó, los dos se dieron vuelta, levantaron la mano y saludaron y siguieron en lo suyo. Hace poco tuve noticias de Polac, supe a la vez que había muerto y que en un centro cultural de Viedma se estrenaba una película sobre su historia.

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