Ubicada a 3440 metros de altura y con una población que ronda los 18.000 habitantes, La Quiaca conserva el encanto de los pueblos fronterizos.

Ya conocíamos Ushuaia por lo que llegar a La Quiaca (su nombre viene del aimará “Quisca» y significa piedra cortante para esquilar ganado) se presentaba como una suerte de desafío para nuestros espíritus viajeros. Unir los extremos norte y sur de nuestra patria era otra de las cuentas pendientes y con esa premisa, entre tantas otras, armamos el viaje para llegar a la frontera con Bolivia. Hicimos así: nos establecimos en Humahuaca y desde allí partimos a La Quiaca donde permanecimos alrededor de 6 horas con cruce de compras a Villazón incluido y un breve recorrido por los lugares más conocidos del último punto del territorio argentino en el norte.
Hicimos los 158 km que separan Humahuaca de La Quiaca por la Ruta 9 sin dejarnos de maravillarnos por la inmensidad de un paisaje cambiante y lleno de colores.

Ubicada a 3440 metros de altura y con una población que ronda los 18.000 habitantes, La Quiaca conserva el encanto de los pueblos fronterizos y como tal, su vida y movimiento están íntimamente ligados a los avatares económicos de nuestro país. Hoy el cambio favorece a los argentinos por lo que el cruce a Villazón para comprar diversos productos es una postal cotidiana. Nos llamó la atención ver cómo los ciudadanos bolivianos transportaban bolsas de cemento compradas en nuestro país.
Además de esta foto de la ciudad, La Quiaca muestra, orgullosa, el Mercado Municipal, declarado Monumento Histórico Cultural y obligado punto de encuentro de sus habitantes. Se pueden adquirir, entre otros artículos, frutas, verduras y frutos secos y también degustar platos típicos a muy buen precio. Probamos un recomendable picante de mondongo (viene con arroz y ensalada) a 5.000 pesos.
El siguiente punto fue la Iglesia del Perpetuo Socorro ubicada frente a la plaza principal. Su imponente frente de piedra, sin adobe ni ladrillos, la convierten en una pieza única en la Puna. Fue inaugurada en junio de 1940 y los historiadores señalan que sus rasgos arquitectónicos son similares a los Mercado Municipal y algunas dependencias ferroviarias, de marcado estilo inglés.
Antes de partir hacia Yavi, nos hicimos la clásica foto para inmortalizar el histórico momento y enriquecer nuestro álbum.

Para tener en cuenta a la hora de ir de compras
Si están decididos a cruzar la frontera hacia Villazón para un tour de compras, van algunas sugerencias.
-Es conveniente cruzar a pie por el puente Horacio Guzmán.Es sencillo y rápido y sólo hace falta mostrar el DNI.
-En auto es engorroso por el tiempo que se demora con los papeles y después, al regreso, con los controles.
-Al lado del paso fronterizo hay una playa de estacionamiento que cobra $400 la hora.
-No hay grandes variantes al momento de cambiar pesos argentinos por bolivianos. Nosotros lo hicimos en las primeras casas de cambios que están al ingresar a territorio boliviano.
-Todos los comercios aceptan pesos argentinos.
-Los vendedores bolivianos son, en general, amables y para nada cargosos.
-Entre las 12 y las 13, la mayoría de los negocios hacen una pausa para el almuerzo, por lo que es recomendable evitar ese horario.
-Nos sugirieron y les hicimos caso, evitar las compras con tarjetas de crédito.







