¿Cómo se veía la Tierra hace 250 millones de años? El Valle de la Luna tiene la respuesta. Este parque provincial es único en el mundo. Te invitamos a recorrer un paisaje de geoformas moldeadas por el agua y el viento, que cuenta la historia de la vida, desde la megafauna hasta la actualidad.
La primera parada de nuestro road trip por la provincia de San Juan (Argentina) —cuatro amigas en motorhome— fue el imponente Parque Provincial Ischigualasto. Este tesoro, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es simplemente impresionante.

Conocido mundialmente como el Valle de la Luna, éste es un destino único en el planeta y es un viaje en el tiempo. Aquí se han desenterrado algunos de los ejemplares de dinosaurios más antiguos que caminaron sobre la Tierra ¡hace más de 250 millones de años! Es una lección de geología y es, también, la cuna de la vida en el Período Triásico. (Dato curioso: Ischigualasto significa “tierra sin vida” en la lengua de los diaguitas).

Un paisaje de otro planeta
Este paraje, en el noreste sanjuanino, es puro impacto visual. Imaginen una paleta de colores que va del ocre intenso a los rojizos profundos y grises lunares, extendiéndose hasta el infinito. Estos tonos tiñen las espectaculares geoformas que han sido esculpidas minuciosamente por millones de años de viento y agua.

La sensación es de estar pisando un planeta distinto, un set de película post-apocalíptica y, a la vez, el lugar donde nació la vida.

Expedición en caravana
La mejor manera de desentrañar los secretos de Ischigualasto es a través del Circuito Tradicional que ofrece el Parque.
Modalidad: Es una expedición guiada de más de tres horas, y sí, ¡se realiza en tu propio vehículo!
Guía experto: Los visitantes forman una caravana que es liderada por un guardaparque, quien va narrando la historia detrás de cada formación.

Obras de arte naturales
El recorrido se extiende a lo largo de 40 kilómetros de caminos consolidados, con cinco paradas fundamentales. El parque tiene 67 mil hectáreas y apenas se recorre el 20% de su superficie. Ya en la caravana -el motorhome va siempre a la cola de los vehículos de menor porte-, la idea es ver de cerca las curiosas obras de arte que la naturaleza dispone en este rincón del planeta.

En este territorio nunca habitaron personas: sólo flora y fauna.
La primera parada es Valle Pintado, un tramo donde las capas de sedimentos revelan colores intensos que no son otra cosa que el testimonio de los diferentes períodos geológicos. Es aquí donde se vuelve tangible la sensación de estar en otro planeta.

La segunda parada es la “cancha de bochas”, un fascinante misterio geológico. Allí se observan decenas de esferas de roca, casi perfectas, esparcidas en un valle. La explicación científica, según comentó el guía, habla de la compactación mineral. Son formaciones con un núcleo (hierro, fósil de planta o animal) recubierto de clorhidrato de calcio. Algunas se quiebran por la amplitud térmica y, en el pasado, unas cuantas esferas fueron vandalizadas. En el parque hay tres lugares con estas increíbles geoformas, aunque sólo es posible visitar una.

La tercera parada es “el submarino”. Hasta 2015 tenía dos picos elevados, asemejándose a la proa de una nave que emerge de un océano de tierra y piedra. Pero hace una década uno de ellos se cayó.

A mitad del camino, la caravana tiene un alto en el Museo de Sitio William Sill, donde es posible ver fósiles reales y comprender in situ la delicada tarea de los paleontólogos al trabajar en el yacimiento. Es el punto donde el relato de la prehistoria cobra vida.

Por último, llegamos a “El Hongo”, la geoforma más icónica de Ischigualasto. Se trata de una masa rocosa con forma de pedestal que desafía la gravedad, demostrando el poder de la erosión. Está rodeado de pequeños “honguitos”.

El regreso es a través de la ruta escénica de Los Colorados, unos enormes murallones de piedra rojiza que alcanzan hasta los 200 metros de alto y que separan a este lugar del Parque Nacional Talampaya, ya en La Rioja.

Datos clave
- Modalidad: El recorrido se hace en caravana, con el vehículo propio siguiendo a un guía habilitado del Parque. No se requiere reserva previa, pero se aconseja llegar 30 minutos antes del horario de ingreso elegido. El costo es de $38.000 para residentes argentinos.

- Duración: El tiempo estimado de la excursión es de 3 horas.
- Recomendaciones: Es indispensable llevar agua, protector solar y sombrero, ya que las paradas se realizan a cielo abierto y el sol sanjuanino es intenso. El calzado debe ser cómodo, apto para caminatas breves sobre pasarelas de madera.
- Camping del Parque Provincial Ischigualasto. Muy recomendable para carpas y motorhomes.
- Servicios y tarifas: Alojamiento motorhome: $9.000 por persona (sujeto a disponibilidad por orden de llegada). Comodidades: ofrece toma corriente en cada parcela, sanitarios 24 hs, WiFi libre y servicio de ducha de 20 a 8. También hay servicio de confitería hasta las 21.

Circuitos alternativos
Si bien el Circuito Tradicional es la puerta de entrada, Ischigualasto ofrece otras alternativas. Las caminatas con luna llena y los trekkings a circuitos como el Cerro Morado o Río Salado (este lo hicimos y lo contaremos en próximos posteos) proponen una perspectiva distinta y más íntima del paisaje, con reserva previa y cupos limitados.





