Fue construida en 1949 en honor al santo cordobés y a pedido de la comunidad en el paraje Los Algarrobos.
En el camino marcado por el Cura Brochero cuando era párroco de Traslasierra e impulsaba el nacimiento de pequeñas poblaciones al pie de las Sierras Grandes, un puñado de capillas recuerdan al “Cura Gaucho”.

Nuestra Señora de Fátima fue construida en 1949 en honor al santo cordobés y a pedido de la comunidad en el paraje Los Algarrobos. Se llega por un viejo y dificultoso sendero conocido como El Empedrado, a sólo tres kilómetros del Museo Rocsen, muy cerca de Nono.
Una vecina donó el terreno a orillas del arroyo y fue una moneda la que decidió que se construyera con piedras y no con adobe. La capilla de tejas rojas con una pequeña cruz de madera es el punto de encuentro de los serranos criadores de cabras y de los devotos que asisten a las misas que se celebran una vez al mes todo el año.

En este caserío solitario y agreste, descansaba Brochero bajo los algarrobos cuando viajaba a caballo hacia la ciudad. Una buena alternativa para recorrer este circuito es realizarlo a caballo, bordeando arroyos, entre espinillos y talas.
Esta nota se publicó originalmente en la revista Lugares.