Parque Nacional El Impenetrable, un oasis de biodiversidad y un destino turístico que crece

Autor:

Redacción ModoViaje

Categoría:

Ubicado en el noreste de la provincia de Chaco, el Parque Nacional El Impenetrable se erige como uno de los más recientes y extensos del norte argentino. Este territorio salvaje protege el mayor remanente del emblemático impenetrable chaqueño, delimitado por los ríos Teuco-Bermejo y Bermejito.

El imponente Río Bermejo en el Impenetrable. (Doug Tompkins-Fundación-Rewilding)

Un exhaustivo informe elaborado por Fundación Rewilding Argentina e Invecq Consulting documenta la evolución y los resultados del trabajo realizado en territorio entre 2020 y 2023 y muestra cómo es posible transformar la economía de una región mediante la creación de un destino turístico desde cero, integrando activamente a las comunidades rurales aisladas que habitan alrededor del Parque Nacional El Impenetrable.

Gracias a inversiones en infraestructura y un sólido programa de capacitación destinado a desarrollar las capacidades de los pobladores locales, el proyecto ha impulsado el turismo de naturaleza, recibiendo a más de 1.700 visitantes anuales y generando oportunidades económicas para más de 180 familias emprendedoras, cuyos ingresos mensuales ya superan significativamente las prestaciones sociales estatales, incluso en las primeras etapas de implementación.
Este caso demuestra que la conservación ambiental y el desarrollo económico pueden avanzar de la mano, beneficiando tanto a las comunidades locales como a los ecosistemas, y sirviendo como un modelo inspirador para otras regiones.

El mayor parque nacional del norte argentino

Ubicado en el noreste de la provincia de Chaco, el Parque Nacional El Impenetrable se erige como uno de los más recientes y extensos del norte argentino. Este territorio salvaje protege el mayor remanente del emblemático impenetrable chaqueño, delimitado por los ríos Teuco-Bermejo y Bermejito. Situado en el extremo oriental de esta vasta región, el parque debe su nombre a la densa vegetación cerrada y espinosa, así como a la histórica escasez de agua que dificultaba su exploración.

Es el parque nacional más grande del norte argentino y desempeña un papel crucial en la preservación de especies de mamíferos como el yaguareté, el tapir, el pecarí y el oso hormiguero gigante, entre otros. Su excepcional biodiversidad y el buen estado de conservación de su bosque nativo lo convierten en un enclave único para la vida silvestre. El parque fue creado el 22 de octubre de 2014 gracias a la colaboración entre el Gobierno del Chaco, la Administración de Parques Nacionales y diversas organizaciones de conservación, sobre las tierras de la emblemática estancia La Fidelidad. Sus 128.000 hectáreas protegidas abarcan una diversidad de paisajes: bosques de algarrobos, palo santos y quebrachos; pastizales; bañados y lagunas.

Bajada en lancha sobre el Rio Bermejo (Emilio White)

Alberga también especies en peligro de extinción como el tatú carreta, el oso hormiguero gigante, el tapir, el aguará guazú y el yaguareté. Además, es un refugio para cientos de especies de aves, entre ellas el águila coronada, el yabirú, el loro hablador y el carpintero negro. Estas características hacen del Parque Nacional El Impenetrable un lugar de vital importancia para preservar la riqueza natural del monte chaqueño.

Desde su creación, el parque no solo busca conservar el patrimonio natural, histórico y cultural del Chaco, sino también generar nuevas oportunidades económicas para las comunidades rurales vecinas. Este enfoque integra la conservación ambiental con el desarrollo sostenible, sentando las bases para un modelo de coexistencia armónica entre la naturaleza y las personas.

Caracterización de la población rural

La región circundante al Parque Nacional El Impenetrable está habitada por comunidades originarias y familias criollas que mantienen una conexión profunda con el territorio, fruto de

generaciones de arraigo. Sin embargo, estas comunidades enfrentan grandes desafíos socioeconómicos, que limitan su desarrollo y calidad de vida.

En esta área, alrededor de 670 familias criollas subsisten con ingresos que se encuentran por debajo de la línea de pobreza. Su economía es predominantemente informal y de subsistencia, basada en actividades como la cría de ganado vacuno y caprino para autoconsumo, y en la explotación forestal. Una práctica frecuente entre los pobladores es la extracción de madera, especialmente de algarrobos. Según los datos disponibles, el 50,2% de las familias ha realizado esta actividad en algún momento, mientras que el 20,3% la continúa llevando a cabo en la actualidad. Esta explotación, realizada en muchos casos bajo contratos con madereros externos, genera ingresos escasos y contribuye a la degradación del ecosistema. Al talar grandes algarrobos, los pobladores pierden no solo el recurso forestal, sino también la capacidad del bosque para alimentar al ganado en épocas de sequía.

Para muchas familias, la principal fuente de ingresos monetarios proviene de beneficios sociales como jubilaciones, pensiones, planes estatales o asignaciones, que alcanzan al 92% de los hogares.

Candido Molina, artesano, muestra la nutria gigante tallada en madera (Fundación-Rewilding)

Las condiciones de vida en esta región son precarias: la mayoría de las familias residen en áreas rurales de difícil acceso, en una zona considerada “improductiva” debido a las limitadas oportunidades económicas y la baja disponibilidad de servicios básicos.

A pesar de que el Parque Nacional El Impenetrable (PNEI) destaca por su extraordinaria biodiversidad, la población local no lo percibe como una fuente de oportunidades económicas. Actualmente, su relación con el territorio se basa en una economía extractivista, lo que limita su potencial para integrarse en iniciativas sostenibles que impulsen un desarrollo económico más equilibrado y respetuoso con el medio ambiente. Este contexto subraya la necesidad de generar alternativas que permitan a estas comunidades participar activamente en modelos económicos regenerativos, aprovechando el potencial turístico y cultural que ofrece la región.

Datos que sorprenden

Un estudio de 2019 de la consultora Elypsis titulado “El Potencial turístico vinculado a la naturaleza en Argentina” destaca que la cadena de valor del turismo es una de las más relevantes tanto a nivel global como nacional. En 2017, el gasto en turismo en Argentina alcanzó los 15.000 millones de dólares, cifra que supera en un 50% el valor de la producción de carne vacuna o de la industria automotriz, y es comparable con los ingresos anuales generados por el petróleo, el gas o la soja. Además, en 2019, el turismo generó 1,26 millones de empleos (6% del empleo total) y representó el 1,6% del Producto Bruto Interno (PBI), según la Cuenta Satélite de Turismo.

Sin embargo, el turismo en Argentina se ha concentrado históricamente en la observación de paisajes exuberantes y en ciertas regiones específicas. El 50% de la actividad turística se focaliza en tan solo cuatro parques nacionales: Iguazú, Nahuel Huapi, Tierra del Fuego y Glaciares. Dentro de este panorama, el turismo de naturaleza representa el 30% de la demanda total, pero cuenta con un enorme potencial de expansión.

De todas maneras, el futuro luce con mucho potencial. Según Elypsis (2019) el turismo en general, y el turismo de naturaleza en particular, está siendo aprovechado por debajo de sus potencialidades en Argentina. Esto es evidente comparando el crecimiento del turismo local e internacional de Argentina con relación al del resto de los países del Cono Sur y a Latinoamérica. Ambas regiones han tenido una expansión de visitantes y gasto de turistas a lo largo de los últimos 30 años que más que duplica lo ocurrido en nuestro país. Esto significa que el potencial de la actividad del sector es muy grande.

¿Querés leer más artículos?

Artículos Relacionados

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí